Discutir la locura de Milei distrae de lo esencial. Un presidente que insulta y agrede no es un loco sino un violento, agresivo y autoritario. Cuando afirma que nuestro país “era potencia hace 100 años y ahora está en el lugar 140” no lo hace por burro, miente adrede para justificar sus planes. Es la personificación de los intereses de un poderoso sector dentro del bloque de clases dominantes en nuestro país, convencido de la necesidad de ir a fondo sin gradualismo, en un contexto mundial de aguda confrontación entre potencias.
El poderoso grupo económico-político que sostiene a MIlei ha elaborado un Mega-relato para sostener dos mega-instrumentos (DNU y Ley Ómnibus) que pretenden “hacer lo mismo, pero mucho más rápido”. Repite el contenido de los años 90 del siglo XX (emergencia económica, reforma del Estado, desregulaciones, privatizaciones, flexibilización laboral) con la velocidad del siglo XXI. Los numerazos son para la AMCHAM y los bicicleteros (de las finanzas).
Se cumplieron 100 días de la “luna de miel” de todo nuevo gobierno, y el domingo se conmemora el 48 aniversario del golpe de estado de 1976. Ocasión propicia para desmontar uno de los pilares del relato libertario supuestamente anarquista. Estado y Mercado se conjugaron para explotar y oprimir durante la dictadura. Hoy Caputo libera el mercado para financistas, grandes capitalistas y terratenientes; la dupla Bullrich-Petri impulsan la vuelta de las FF.AA. a la seguridad interior.