Suárez y Cornejo propagandizan un supuesto modelo mendocino que resiste los estragos del populismo. La realidad, reflejada en estadísticas oficiales, desmiente sus fantasías. El PBG por habitante a fines de 2021 era 10% inferior a una década atrás; 240.000 mendocinos buscan trabajo o cambiar el que tienen; el 42% de los asalariados está en negro; y en las zonas urbanas 580.000 personas están bajo la línea de pobreza
Pertenezco a una generación que ya conoció el terror fascista, el rostro desnudo de la derecha. Ante la amenaza de un triunfo electoral de esas fuerzas que prometen un feroz ajuste ¿qué nos corresponde hacer como intelectuales comprometidos con ideales de igualdad social y soberanía nacional? ¿No existen alternativas para el capitalismo que parece imponerse como único mundo posible?
Los acontecimientos de la semana exhiben dilemas que parecen no tener solución. Cristina Fernández cuestiona al FMI pero hace guiños a las negociaciones de Massa. Un sector del Frente de Todos acuerda con el FMI y otro lo enfrenta en las calles. ¿Es posible la unidad entre dos posiciones tan antagónicas? La oposición promete un ajuste peor, pero el gobierno ya lo hace. Una solución es “vivir con lo nuestro” recuperando soberanía sobre el patrimonio.
El 25/5 Cristina Fernández hizo un diagnóstico bastante correcto de la situación, pero insuficiente. Porque la explicación histórica no aclara el rumbo del gobierno actual. Y porque se requieren propuestas claras frente a la crisis. Por ejemplo, suspender pagos de la deuda mientras se investiga y se negocian nuevos acuerdos. Denunciar el infierno prometido por la oposición tal vez alcance para ganar una elección, pero insuficiente para construir un futuro
El 25/5 Cristina Fernández hizo un diagnóstico bastante correcto de la situación, pero insuficiente. Porque la explicación histórica no aclara el rumbo del gobierno actual. Y porque se requieren propuestas claras frente a la crisis. Por ejemplo, suspender pagos de la deuda mientras se investiga y se negocian nuevos acuerdos. Denunciar el infierno prometido por la oposición tal vez alcance para ganar una elección, pero insuficiente para construir un futuro.