Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo dice un antiguo proverbio chino asistimos a la conjura de los necios que tratan de hacernos creer que el dedo es la luna porque prefieren pensar que el dedo es mas real que lo esencial porque prefieren atender a la parte simple y no sumergirse en el fondo de lo complejo eso sucede cuando los docentes argentinos marchan pidiendo un salario digno y defendiendo la escuela pública los necios cuestionan que se pierdan algunos días de clases eso ocurre cuando una multitud de trabajadores se manifiestan contra la destrucción del ajuste neoliberal los necios se quedan apuntando a las peleas entre las bases insubordinadas ante la tibieza de la dirigencia sindical eso pasa cuando miles de mujeres se movilizan exigiendo igualdad, respeto, libertad los necios ponen el grito en el cielo porque la bronca desborda los cuerpos y se transforma en pintadas sobre la catedral por supuesto que para estos necios alimentados por la manipulación mediática es mucho más simple y confortable adorar el dedo del supuesto sabio que adentrarse en el magma de lo social en la interdependencia y mutación permanente de los procesos humanos por eso prefieren mirar la parte que le señalan los medios no la situación crítica del sistema educativo no la explotación del capital sobre los trabajadores no el patriarcado asesino y misógino que condena a las mujeres el necio que mira el dedo nunca llegará a la luna el señalador cree que su dedo es lo esencial y así desvían la posibilidad de experimentar la realidad cruda, furiosa, cambiante, incómoda encerrados en explicaciones estrechas y sedantes que se repiten a diario los maestros son vagos los sindicalistas son violentos las mujeres no pueden andar solas o peores consignas que emergen de una doctrina de odio y desprecio los maestros no enseñan nada los trabajadores son unos negros de mierda las mujeres que luchan son feminazis y los necios dogmáticos creen que la suya es la única verdad alienados de prejuicios y preceptos vanos no pueden reconocerse atravesados por la realidad que niegan no ven a sus hijos e hijas no se reconocen como explotados no ven a las mujeres sometidas los necios se cierran a experimentar el mundo prefieren colgarse del dedo de alguno antes que intentar transitar los inestables puentes que nos cruzan aferrarse a una partecita tranquilizadora que esconda el conflictivo todo antes que problematizar lo aprehendido y preconcebido consumir el simulacro mediático que reproduce una mirada sesgada antes que abrirse a los turbulentos acontecimientos que revolucionan la historia seguir la secuencia de explicaciones lógicas que programan los señaladores antes que vivir lo contradictorio que estalla en el caos de ser en este mundo los necios no ven que ese dedo los aplasta y les niega la posibilidad de experimentarse solidarios y libres con otros y otras.