#Editorial @MarcaPazos por @NANCYPAZOS Ruedas de changuitos sobre el asfalto @la990radio

RUEDAS DE CHANGUITOS SOBRE EL ASFALTO Los changuitos de los supermercados simbolizan la riqueza o la pobreza de un país. Primero, por lo evidente: cuanto menos plata hay, más vacíos llegan a las cajas. Pero desde hace unos años, los changuitos de los supermercados se convirtieron en una metáfora atroz de la indigencia. Porque cuando cae la noche y se hace la hora en que los supermercados cierran, muchos de estos changuitos comienzan a circular pero ya no entre góndolas sino entre containers y bolsas para residuos. Porque cuando hay pobreza, las ciudades de noche se convierten en supermercados al revés. Donde en lugar de elegir un producto, muchos se sienten elegidos por encontrar una sobra que sirva para calmar el hambre. Las ruedas de los changuitos de supermercados no fueron inventadas para transitar asfaltos y veredas sino pisos pulidos y brillantes. Por eso el ruido que producen en la calle, como si rasparan el suelo. Un ruido que, al principio, no nos dejaba dormir pero al que ahora ya nos fuimos acostumbrando. Ya no nos raspa el sueño. Y es que aunque pasen una y otra vez vamos a poder escuchar en la tele a un economista serio y honesto que afirma que el consumo masivo volvió a caer en abril. Por supuesto que no va a hablar de la cantidad de changuitos que pasaron en ese mes de las superficies pulidas de los super a la aridez del asfalto. 7,1% en el primer cuatrimestre del año, dice el economista serio y honesto. Mientras, señala en una pantalla una flecha roja que va para abajo. Pero los que en ese momento conducen sus changuitos por las calles no lo pueden escuchar porque también miran para abajo, atentos a encontrar esa pila de diarios que les salve el día. Diarios que hablarán de ajuste y de pobreza, es decir de ellos mismos, pero en forma de porcentaje. Leer más

RUEDAS DE CHANGUITOS SOBRE EL ASFALTO Los changuitos de los supermercados simbolizan la riqueza o la pobreza de un país. Primero, por lo evidente: cuanto menos plata hay, más vacíos llegan a las cajas. Pero desde hace unos años, los changuitos de los supermercados se convirtieron en una metáfora atroz de la indigencia. Porque cuando cae la noche y se hace la hora en que los supermercados cierran, muchos de estos changuitos comienzan a circular pero ya no entre góndolas sino entre containers y bolsas para residuos. Porque cuando hay pobreza, las ciudades de noche se convierten en supermercados al revés. Donde en lugar de elegir un producto, muchos se sienten elegidos por encontrar una sobra que sirva para calmar el hambre. Las ruedas de los changuitos de supermercados no fueron inventadas para transitar asfaltos y veredas sino pisos pulidos y brillantes. Por eso el ruido que producen en la calle, como si rasparan el suelo. Un ruido que, al principio, no nos dejaba dormir pero al que ahora ya nos fuimos acostumbrando. Ya no nos raspa el sueño. Y es que aunque pasen una y otra vez vamos a poder escuchar en la tele a un economista serio y honesto que afirma que el consumo masivo volvió a caer en abril. Por supuesto que no va a hablar de la cantidad de changuitos que pasaron en ese mes de las superficies pulidas de los super a la aridez del asfalto. 7,1% en el primer cuatrimestre del año, dice el economista serio y honesto. Mientras, señala en una pantalla una flecha roja que va para abajo. Pero los que en ese momento conducen sus changuitos por las calles no lo pueden escuchar porque también miran para abajo, atentos a encontrar esa pila de diarios que les salve el día. Diarios que hablarán de ajuste y de pobreza, es decir de ellos mismos, pero en forma de porcentaje. Leer menos